jueves, 26 de marzo de 2009

de furiosa a furiosa

voltaire decía que sin estar de acuerdo con un amigo daría su vida porque pudiera dar su opinión. pienso lo mismo. y no puedo estar más en desacuerdo contigo, mi estimada franka.
porque creo que no se trata de un opuesto automovilista vs. peaton/a.
se trata de que vivimos en un país donde puedo decidir si es que se me da la gana andar en auto, en bici, a pata o en transantiago. no se trata de que me ensucie los zapatos andando en micro. se trata de que sacrifico otras cosas para poder pagar ese auto y elegir mi manera de moverme por la ciudad. (mi caso es bastante cómodo, es cierto. otra perspectiva es la de una amiga que va a tener que hacer malabares para hacer repartija y recolección de hijos a colegios/jardines/salas cunas y, además, cumplir con el horario para trabajar). y no, el transantiago no es capaz de aguantarnos a todos, a quién quieren engañar.
por eso, es que creo injusto que hayan vendido la pomada de los autos catalíticos ---bastante más caros que los otros--- para que al final igual no lo puedas usar libremente. porque tampoco es que no quiera ser parte de la solución, es que no quiero ser parte de la inoperancia que evita la solución.
y no me gusta escuchar que los pinches automovilistas esto y los pinches automovilistas aquello. que si alguien más decide comprarse un segundo auto, bien por alguien que va a tener que pagar la patente por eso. por qué hay que fomentar la confrontación, no lo comprendo.
somos todos ciudadanos iguales. la indignación por el transantiago nos nació a todos, peatones o no. que prefiera tener un auto a usar el transporte público es una elección que hice y que no impide que también reclame cuando veo que los que no quieren o no pueden hacer esa elección lo pasan mal. y que me molesta tener que defender.
cuando alguien me demuestre que dejar el auto en la casa uno de cada tantos días resuelve el problema de contaminación, entonces, sólo entonces dejaré de reclamar y gustosa ahorro bencina. porque, hasta ahora, la restricción no es más que un paliativo ineficiente, de mucho ruido y pocas nueces.

2 comentarios:

Tere Díaz dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con que pongan restricción de 4 dígitos a autos catalíticos y ojalá que restinjan a todos ellos. No es posible vivir en una ciudad tan contaminada como santiago; no es posible que los autos vayan solo con el conductor cada mañana en el taco; no es posible que estemos tan acostumbrados a andar en auto para ir solo a la esquina; no es posible que en invierno esté prohibido hacer ejercicio debido al smog. No es posible!
No me cabe ninguna duda que este es un tema de todos, y todos debemos colaborar empezando por el gobierno de turno que debería de una vez por todas sacar las industrias de la ciudad. Los automovilistas deberían empezar a buscar maneras más creativas de llegar a la oficina: haciendo turno con un compañero, dejando el auto en algún punto de la ciudad y después agarrar la bici, etc. No podemos ser tan ciúticos y cómodos de no bajarnos del auto, además que mal no nos va a hacer estirar las piernas.

Señoritas AutLaud: a bajarse del auto!!! y verán que hay un mundo allá afuera, el mundo del peatón, con un ritmo propio, que si uno es capaz de mirar con otros ojos encontrará que tiene su encanto.

saludos,

jambie.ja dijo...

Estimadas furiosas:

Comparto plenamente que en estos últimos 20 años no se ha hecho nada EFECTIVO para descontaminar Santiago. Cada año hay más vehículos. Cada año se instalan más industrias; pequeñas o medianas. Cada año se restringe más la vida de los ciudadanos, ya sea en términos de salubridad, o bien, de movilización.

Respecto a esto último, no creo que sea para tanto dejar el auto un par de días al año. Sí, un par de días al año (el año pasado hubo apenas 6 restricciones a catalíticos, lo cual tu número a lo más se repite una vez).

No sé si exista el coraje suficiente para tomar medidas reales para mejorar la calidad de vida de los santiaguinos. Al menos en democracia es muy difícil. Quizás si volviese una dictadura la cosa se torna eficiente. Al menos reconozcamos que gobernar sin oposición es lejos lo más eficiente...

En fin, volviendo a la furia, palabra que por lo demás me resulta vehemencial y colérica, a la furia personal, pienso que la clave recae en el hombre. En cada uno de nosotros. No podemos hacer más al respecto. Levantemos menos polvo, barramos con agua las aceras, usemos el transporte público, evitemos los asados (ufff...), etc. Hagamos pequeñas cosas cada día para sentirnos mejor. Qué sé yo... Desde el egoísmo de sentir que uno hace algo por los demás, les saluda

Jambie.Ja

PD: Aprovecho la ocasión para presentarme ante ustedes y ante todos los seres pensantes que leen estas palabras. Un saludo afectuoso a todas. VIVAN LAS IDEAS EN CONSTRUCCIÓN !!

Publicar un comentario